La mejor forma de alcanzar el Sreyokarma (el karma liberador) es por medio de la meditación. Y la meditación nos conducirá al camino de la felicidad del alma que es eterna y sagrada.
Como un producto de la meditación, la mente se retirará del mundo sensorial y alcanzará la paz, la alegría y una verdad que no podrá más ser alterada por la pena y la codicia.
La meditación debe ser practicada con entusiasmo, fe y cuidado, siguiendo religiosamete las disciplinas establecidas.
Algunos creen que los beneficios de la meditación son que permitirá satisfacer fácilmente sus deseos mundanos.
Pero esto consiste en un gran error, porque la meditación y la repetición del nombre de Dios, son medios para adquirir una atencion indivisa en Dios, para liberarnos de las ataduras sensoriales y así alcanzar la felicidad en Dios.
No debemos practicar la meditación con la idea de obtener los frutos terrenales, sino que debemos meditar mirando hacia nuestro interior, hasta que nos volvamos capaces de contemplar la bienaventuranza del alma.
No preste atención al tiempo que le lleve alcanzar el objetivo, simplemente practique con fe y persistencia hasta que la gracia de Dios descienda sobre Ud.
Existen tres formas para seguir la senda de la meditación:
La Satvica donde Ud. considera que las tareas de la repetición del nombre de Dios y la meditación son tareas que tiene que realizar. Que su vida en la tierra es solo una ilusión y solo le desea y hace el bien a los demás amándoles, y ni siquiera medita esperando los frutos de la meditacion.
La Rajásica donde cada paso que da, lo da debido a los frutos que puede esperar de la meditación. (Con esta clase de actitud, gradualmente se termina perdiendo el deseo de practicar la meditación)
La Tamásica donde Ud. solo se acuerda de Dios cuando se encuentra en peligro o sufrimiento, y apenas soluciona sus problemas vuelve a olvidarse de Dios. (Aquellos que se encuentran en este sendero, nunca serán capaces de purificar sus mentes).
La meditación le permitirá liberarse de la ignorancia, capa tras capa, pero para poder lograr esto, usted debe estar equipado con buenos hábitos, disciplina, y altos ideales.
Cuando desarrollamos el interés y el placer de meditar, entonces adquirimos una voluntad y una fuerza mayor que el esfuerzo de meditar.
Sathya la verdad es tan confortante, que cuando la alcanzamos, no existe más la meditación, el meditador, ni el objeto de la meditación, porque los tres se vuelven una misma cosa.
La bienaventuranza atmica es el objetivo y el fruto de la meditación. El ser humano que logra eso, se vuelve puro, libre de los sufrimientos y divino.
Entonces podrá alcanzar la felicidad dentro de sí mismo, ya que la meditación le ayudará a descubrir dentro de sí mismo a la fuente de la bienaventuranza, y el se volverá capaz de sumergirse a si mismo en este estado divino inherente, y transformarse en un Mahatma (una gran alma).
De allí en más esa persona se volverá libre y realizada, y vivirá en paz y bienaventuranza. ¡Esto es el fruto de la meditación!
Escrito por el Dr. Roberto A. Bonomi
Ud. puede encontrar otros artículos sobre la meditación, en el sitio web del Dr. Bonomi: https://meditacionguiada.drbonomi.com
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